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Entrevista con Jorge Bermúdez
De La Cooperativa Fábrica Sin Patrones y Zanón Cerámicas Cooperativas en una Sociedad Capitalista Neuquén, Neuquén Province, Argentina
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Desde el ’76 en la Argentina hubo una masacre In Motion Magazine: CPor favor, dime un poco de su vida porqué decidiste trabajar aquí. Jorge Bermúdez: Bueno, mi vida. He sido un trotamundos dentro de Argentina. Nací en Entre Ríos, un pueblito del norte. Entre Ríos es un pueblo campesino. Luego, por razones de salud de mi familia, me trasladé a Córdoba, al norte cordobés, una zona campesina pobre de Córdoba. Ahí estudié el secundario y estaba trabajando en la industria en Córdoba. En algún momento ahí milité en los años 70. Milité en los movimientos sociales que existían en aquella época, influenciados por el mayo francés, la revolución cubana. Los argentinos veíamos, o quienes creíamos en un cambio, en crear un mundo socialista, un mundo de igualdad, pensábamos que a la vuelta de la esquina lo íbamos a encontrar. Lamentablemente, a la vuelta de la esquina encontramos tortura y balas producida por la dictadura desde el 76, y no eran guerrilleros los que han masacrado. Sino se masacró y se ultimó un movimiento social importante donde se mataban hacían desaparecer los delegados de fábrica, los estudiantes universitarios, secundarios. Y, la iglesia católica no los visualiza, pero la iglesia católica tenía muchos de sus practicantes haciendo obras en las villas, enseñando, haciendo tareas comunitarias y también los exterminaron. Es decir, todo aquel que proponía una visión del mundo más solidario fue muerto, encarcelado o desaparecido Así es que así llegué a Zanón. A Zanon entre a trabajar en 1985,era la empresa mas importante que habia en neuquen La paz de los muertos y la des-industrialización In Motion Magazine: ¿Puede usted hablar un poco de la historia de Zanón antes de las luchas? Jorge Bermúdez: Sí, Zanón se instalo en plena dictadura de Galtieri ( El general Leopoldo Fortunato Galtieri asume como jefe del Ejército, de la Junta Militar. La junta estaba integrada por Galtieri, Lambruschini y Graffigna.) En ese año ’80, se instaló la fábrica. Si vos lees las crónicas de aquella época, dice que Zanón se instaló en Neuquén por dos motivos. Una por la quita en los impuestos los subsidios que se otorgaban y, lo que la burguesia dominante llamaba “la paz social” que había en la Argentina. “La paz social” es la paz de los muertos, la paz de la gente del salario bajo por muchas horas de trabajo. Zanón fue la primera planta de mono-cocción en la Argentina. Mono-cocción, en el sentido de que antes, se calcinaba el bizcocho, luego se esmaltaba y recién salía a producción. Mono-cocción es, se prensa el bizcocho, se esmalta el bizcocho, se calcina el bizcocho, en un solo proceso, luego se termina la producción. Zanón era una planta que se instalo gracias a créditos (a largo plazo con baja taza de interes, exclusivos para los amigos del poder ) de la nación, créditos de la provincia, créditos del Banco Mundial. Y era una fábrica que hasta los años 90 invertía en tecnología permanentemente. A partir de los 88, 89, en todo el proceso de neoliberalismo importado por los chicos de la Chicago Boys y los chicos de Harvard, y en la década del 90 con la agudización de las políticas neoliberales, se produjo también un proceso total de desindustrialización del país y de vaciamiento de empresas. Y en ese proceso entraron los dueños de Zanón. Amenazar con cerrar la fábrica también era otra forma de bajar el salario Entraron a vaciar la empresa. Pedían créditos y después de alguna manera extorsionaban, a los gobiernos, Créditos que nunca cancelaron. Es decir, expulsaban a los trabajadores más antiguos, después tomaban a nuevos trabajadores con bajos sueldos y todos los más viejos afuera. De esta manera bajaban los costos patronales. En ese proceso hubo varios acontecimientos, pero a pesar de todo ello, llegó un momento en que Zanón pide la quiebra, nos manda telegramas de despido a todos los trabajadores, y ordenan apagar los hornos. Y dado que la fabrica se había cerrado, nosotros nos instalamos en sus portones pidiendo nuestra re-incorporación y la re-apertura de la planta. Hubo entonces, un fallo judicial cuyo dictamen coincidía con la idea de los obreros que la empresa no estaba en quiebra. Decíamos “No puede ser que Zanón esté en quiebra porque hace un mes estábamos haciendo horas extras para producir. Producíamos en horas extraordinarias.” Ese mismo fallo judicial dictamino que era de un lockout patronal. Lockout patronal, es decir, es una huelga de patrones. La jueza también nos otorga el cuidado de la planta, porque aparentemente aparte del vaciamiento del material, se querían llevar las máquinas . Entonces (la jueza) nos dejó la custodia de las máquinas. Así seguimos esperando durante 8 meses, que Zanón re abriera la planta. Tomábamos la fábrica y la poníamos a producir En 8 meses no re-abrió. Vivíamos de la solidaridad los trabajadores y especialmente de los barrios mas pobres de Neuquén. Era un periodo de crisis laboral en la sociedad de la Argentina. Entonces, era muy sensible las luchas por mantener los puestos de trabajo. Estuvimos 8 meses en carpas, al frente, esperando que Zanón re abriera la planta. Nunca lo hizo, entonces, en algún momento, se planteó la necesidad ... qué hacer?. O éramos desocupados con un subsidio por desocupación que en aquel momento era 150 pesos mensuales, o entrábamos, tomábamos la fábrica y la poníamos a producir. Eso es lo que se hizo. No todos de los 450 trabajadores que había entonces entramos, lo hicimos 250. Los otros se consideraron despedidos. Dentro de los que se consideraron despedidos estaban todos los supervisores, los ingenieros, la gente de compra, la gente de venta, laboratorios. Toda eso trabajadores se fue y entramos a trabajar todos los que estábamos en la producción ¿sí? Y dijimos “Bueno, vamos a empezar a producir.” Y cuando dijimos vamos a poner en marcha la planta, había que encender los hornos, hubo una denuncia de Zanón diciendo que nosotros íbamos a hacer explotar la fábrica porque no sabíamos hacer el trabajo. Dijimos, “Si todos los días prendíamos y apagábamos los hornos, porqué no los vamos a prender y a apagar ahora.” De cualquier forma, realizamos un convenio con la Universidad del Comahue, con la facultad de ingeniería. Ellos nos asesoraron y fue aprobado por la empresa distribuidora de gas. La única sorpresa en esta intervención, la mitad de las instalaciones de gas de la fábrica estaban ilegales. Acá cuando se hace una fabrica o una casa, tienes que hacer un plano con la instalación de gas, por dónde va y presentarlo para que sea aprobado, ver si está de acuerdo con las normas que tiene la empresa. La mitad de la planta no estaba, no había planos aprobados de las instalaciones de gas. Y así empezamos a producir. Los primeros 5000 metros (de baldosas cerámicas) fueron de gran expectativa, se produjeron con materia prima que había acá. Y cuando se nos terminó la materia prima (arcilla) los compañeros mapuches (Redactor: Los Mapuches es gente indígena de Argentina central y Chile), nos donaron arcilla. Y por gratitud a los compañeros mapuche que nos permitieron extraer arcilla de su territorio sin costo, se producen una serie de cerámicos con denominación de Caciques, Kalfucura, Fermin Maripan y guardas con los símbolos de la cosmovisión Mapuche. La comunidad de Neuquén nos apoyó Pero de cualquier manera, hay que reconocer que tuvimos ocho órdenes de desalojo, para sacarnos de acá a pesar de que ya producíamos. De desalojo de la planta, es decir que tenía que venir la policía, gendarmería a desalojarnos. Pero siempre resistimos sino nos desalojaron fue porque la comunidad de Neuquén nos apoyó. En el último desalojo, fue en el 8 de abril del 2003, los gremios de empleados estatales y docentes de Neuquén decretaron un paro y rodearon de solidaridad a la fábrica. Había cerca de 5,000 compañeros ellos vinieron desde Chos Malal (en el norte de la provincia de Neuqúen), de Zapala (parte central de la provincia de Neuqúen) a apoyar esta lucha. Es decir, que la lucha de Zanón no fue una lucha individual de los trabajadores, fue una lucha por la dignidad y por el trabajo de toda la comunidad, no solamente de Neuquén ciudad, sino de la provincia de Neuquén, y de muchos lugares del país. Esto impidió que los síndicos tomaran posesión de la fabrica In Motion Magazine: ¿Puedes hablar más sobre la conexión entre la fábrica y la comunidad? Jorge Bermúdez: Desde el comienzo, la idea fue que la fábrica no fuera para nosotros, que fue el proyecto de nuestra expropiación era que la fábrica debería ser una empresa estatal bajo control de los trabajadores. La ley de expropiación presentada por nosotros al estado fue una ley de expropiar sin pago, estatizarla y ponerla a producir bajo el control de sus trabajadores para que esta empresa aparte de poder vender los productos, abasteciera a todos los proyectos de escuelas y hospitales que tuvieran las provincias de la República Argentina ¿Porqué decíamos? Porque todos cuando decían que acá en Argentina, cuando se habla de expropiar sin pago, te dicen una locura? No se puede. Pero, sí, se puede en Neuquén porque la constitución de Neuquén dice que se puede expropiar sin pago si aquella empresa que se han establecido y no ha cumplido con los objetivos sociales que la misma se creó. Hay hechos importantísimos de la época de la lucha de la comunidad con la que nos juntamos. No era que nosotros los de Zanón cuando trabajábamos en Zanón éramos ya los paladines de la lucha, los paladines de la solidaridad. No, no. Rezongábamos cuando los docentes cortaban el puente. Rezongábamos porque estábamos bien pagos y teníamos todo un sistema interno bastante jodido de relaciones, no nos podíamos juntar con compañeros de otros sectores internos de la fabrica. Entonces, cuando se produce el cierre de la planta y quedamos sin dinero para afrontar los gastos de la vida familiar, salir a pedir comida fue toda un desafío, fue todo un cambio mental para nosotros, saber que había gente solidaria con nosotros; que nosotros no lo habíamos hecho antes. Eso cambió la cabeza de muchos compañeros. No la cambió de todos obviamente. Los docentes de Neuquén, mandaban notas. Los chicos tienen en la escuela primaria y secundaria, lo que llamamos cuadernos de comunicación donde expresaban “Por favor, aquella familia que pueda donar un kilo de azúcar, un kilo de fideos, algo, algo imperecedero para los trabajadores de Zanón.” Lo hacían y así juntamos. Pudimos aguantar ocho meses sin trabajar y sin cobrar; vivimos de la ayuda solidaria que nos hacían. Y contra lo que vos más crees y creo que debe ser en todos lados igual, la gente más humilde fue la que mayor aportó. Sobre todo un barrio que está acá abajo que es muy pobre, de allí vinieron los primeros kilos de fideos, y yerba y azúcar También acá atrás hay una cárcel. Es en Argentina, igual que en Estados Unidos, la cárcel no es para la conversión sino es un castigo social, ellos, nos donaron tres días de su ración de comida, para que nosotros comiéramos. Es decir que ese gesto de solidaridad es importantísimo y entonces nosotros no nos podemos olvidar de eso y por eso es la relación permanente que tenemos con la comunidad de Neuquén, con los jóvenes, con los docentes. Por eso los acompañamos cada una de sus luchas. Siempre dijimos que la cerámica era del pueblo por ello, todos los meses hacemos donaciones de pisos y revestimientos de nuestra producción a las escuelas, a las bibliotecas, a casas de gente indigente que normalmente el gobierno no les da solución. Por ejemplo, hay un barrio frente a la ceramica. Hacía como 15 años que venían pidiendo un lugar para que el médico de la salud publica atendiera. Ahí se hizo un centro de salud, levantado por nosotros y los vecinos. In Motion Magazine: Los productos ¿tienen ustedes una conexión con los productos después de salieron de la fábrica? Por ejemplo, las personas que compran las cerámicas, mantienen ustedes relaciones con estas personas? Jorge Bermúdez: Un 10 % de quienes compran nuestros cerámicos lo hacen por solidaridad y compromiso político con nuestra lucha. Pero todas las personas que compran los cerámicos que producimos lo hacen por una razón de compromiso político con la lucha que llevamos adelante, lo hacen porque es un producto de calidad y por el precio es competitivo. Para hacer conocer nuestra lucha e ideas viajamos por distintas partes del país y el extranjero exponiendo nuestra experiencia. Ahí es muy difícil hacer la revolución en un solo país. Siempre Lenin planteó, la revolución rusa estaba atada al triunfo de la revolución alemana. Mantener el control obrero de la fabrica con una conducción horizontal y democrática, nos cuesta mucho, a nosotros y les cuesta a todas las empresas recuperadas en mundo de empresas capitalistas. Si el Banco Mundial me dice que forme cooperativas, que es una forma de producción contrario al sistema capitalista, digo, acá, me están metiendo el perro. Hay alguna trampa? Es que, como en el mundo hay demasiadas y cada vez más desocupación y más miseria? Te dicen a vos, a los que estamos excluidos, “Confórmense en cooperativas, pónganse a producir trapos de piso,” pequeños emprendimientos productivos que no te van a garantizar la supervivencia. Pero te dan los primeros dineros para que vos hagas esos emprendimientos. Después quedas a la deriva, y cuando te va mal, porque no te garantizan la venta, no te garantizan un precio, y tienes que entrar en el mercado de la competencia y te va mal, te dicen, “Pero yo ya te ayudé.” Es decir, que te dicen, “Vos eres el responsable de tu propia miseria Vos no lo conoces pero el Gordo Valor aquí en Argentina, es uno de los delincuentes emblemáticos que tiene Argentina por robo, robo de bancos y robo de casas. Si el Gordo Valor te dice, “Duerme tranquilo con la puerta abierta de tu casa”, yo tengo desconfianza. Y cuando el Banco Mundial me dice, “Formen cooperativas que es lo contrario a lo que ellos propician como forma de desarrollo capitalista individual y egoísta, hay alguna trampa. Y la trampa está en que vos vas a ser el responsable de tu propia miseria. In Motion Magazine: ¿Cuántas personas hay en Zanón? Jorge Bermúdez: Hoy somos 465 personas más o menos. In Motion Magazine: ¿Todos son trabajadores o incluye personas afuera de la fábrica? Jorge Bermúdez: Nosotros todos quienes ingresan a trabajar, a los 3 meses es socio de la cooperativa. Es socio pleno y tiene acceso a cualquiera de los puestos de trabajo. Bueno, te explico cómo es la organización nuestra. La máxima órgano de desarrollo es la asamblea. Nosotros tenemos una asamblea mensual donde se discuten los lineamientos generales importantes de la fábrica. Y a partir de allí se desarrollan la lineas de trabajo Y a la vez, en lo diario tendrían una pirámide normal, donde está el coordinador-general de la producción que es a la vez el presidente de la cooperativa, porque jurídicamente tenemos que tener un órgano de dirección de la planta. Entonces, el presidente es coordinador-general de la producción, y tenemos coordinadores, en vez de supervisores, en cada sector. Los coordinadores y el coordinador general son elegidos en la asamblea general. Los coordinadores de sector son elegidos en su sector y son revocables por una asamblea, en cualquier momento. Además hay sectores que tienen obligación rotar: el sector de venta, el sector de compra, el sector de la administración; los compañeros que están en ese sector, cada dos años rotan, obligación rotar. Si por ahí consideramos que puede seguir se lo vota y sigue de nuevo en el mismo sector. Eso, desde el punto de vista capitalista, es una aberración porque vos formaste un compañero en venta, formaste un compañero en compra, formaste un compañero en la administración. Pero rotando nos permite que todos aprendamos y sepamos ver desde otro ángulo la producción, desde otro punto de vista, evitar la burocratización de algún sector importante de la fábrica. Esto también lo llevamos al sindicato. No sé yo allá en Estados Unidos, pero debe ser igual que en la Argentina, hay personas que hace 30 años no trabaja, es secretario-general. Nosotros, acá hemos modificado el reglamento del sindicato y nadie puede estar cualquiera sea el cargo dentro del sindicato más de dos periodos. Eso también te evita la burocratización. Nosotros tenemos acá dentro de la fábrica trabajando, tres compañeros que fueron secretarios-generales. Están trabajando en la línea como corresponde. In Motion Magazine: ¿En cuál parte de la fábrica estás? Jorge Bermúdez: Yo estoy en el laboratorio de porcelanato. El laboratorio, en la producción. In Motion Magazine: ¿Tienes un título en este momento? Jorge Bermúdez: Título. ¿De qué dentro de la fábrica? In Motion Magazine: Sí. Jorge Bermúdez: No. In Motion Magazine: El título “Jorge”? Jorge Bermúdez: “Jorge en laboratorio”, pajarito por otro lado. Estuve en el sindicato, y estuve de coordinador. In Motion Magazine: ¿Cómo está cambiar? Jorge Bermúdez: Es importante que cambiemos, porque digo, cuando uno viene de otro lado, da otra visión la cosa y la transmite también. In Motion Magazine: ¿Para ti ¿Era importante personalmente? Jorge Bermúdez: Sí, importante, sí, sí, sí, sí. In Motion Magazine: ¿Cómo tú describes los beneficios de esa rotación personalmente? Jorge Bermúdez: Bueno. Son muchísimos y depende de cada uno individualmente, de sus propios intereses particulares y algunos pueden, aprovechan más o aprovechan menos. Si a vos te gusta aprender, investigar, aprovechas mucho más. Para mí ha sido un mundo nuevo. Es decir, he viajado a Grecia, he dado charlas en Grecia (sobre nuestras experiencias.) Por ejemplo, cuando se termino la arcilla para porcelanato que se traen desde San Julian a 2000 km de Neuquén, el proveedor nos dijo, “A ustedes no les vendo”. Dijimos, “Bueno, habrá que buscar otro quien nos venda.” Y nos fuimos a un campo cerquita y averiguamos quién era el dueño. Empezamos a buscar. Aprendí como hacer prospección del terreno y determinar si la arcilla era la adecuada. Es decir, aprendí de política y aparte técnica. Yo era un tipo que hablaba cuatro palabras y me ibas. Ahora ya me tienes tres horas hablando y todavía puedo seguir hablando una hora más contándote cosas. Para mí ha sido el sueño del pipe. Pero depende literalmente de cada uno -- y después tienes que en tu casa seguir leyendo. In Motion Magazine: ¿Cuántas personas parten de Zanón? Se fueron. Jorge Bermúdez: Debe ser como 50 o 100 personas se han ido. Y casi todas se han ido por problemas monetarios. Es muy difícil en Neuquén competir con el sueldo de los petroleros. Y tenemos problemas técnicos graves por eso. Por ejemplo, Zanón debe ser, a pesar de que no se ha hecho, la fábrica con mejor tecnología electrónica de todo el parque industrial de Neuquén. Entonces, cuando vos tomas un ingeniero electrónico y viene, está un año, dos años acá o un técnico electricista, aprende y el que sabe acá solucionar los problemas, afuera es un señor electrónico. Entonces en esto tenemos problemas: se lo llevan los petroleros. Fundamentalmente es problema de dinero. Los empleados del estado también, el que se puede ir al petróleo. Ganan tres, cuatro veces más que acá. Es otra vida, pero ganan mucho más dinero. Ese es uno de los inconvenientes por el cual se van. Aparte, pero son menores, se habrán ido 10 o 12 personas que hemos pedido que se retiren de la cooperativa. Es decir, cuando hay un compañero que no está cumpliendo con las normas de convivencia, con las normas de producción, primero se le advierte y después lo suspende. Y cuando ya las condiciones no dan más, se le expulsa de la cooperativa. Para lo cual, primero es una votación en una de esas jornadas de las que te dije que se hace mensual. Se explica porqué el compañero se propone que sea expulsado y el compañero tiene derecho a replica. Y en votación los compañeros decidimos si se va o se queda. Algunas cosas, por ejemplo, hemos hecho, que sea interesante, había un compañero que era un enfermo alcohólico, se le pidio muchas veces que hiciera el tratamiento para curarse de su alcoholismo, y nunca hizo. Entonces, pedimos que se retire porque era un inconveniente para la cooperativa. Pero, para que esa familia no quedara sin el sustento, tomamos a su compañera. Su esposa vino a trabajar en Zanón. In Motion Magazine: ¿Qué porcentaje de los miembros de la cooperativa son mujeres? Jorge Bermúdez: Creo que 40 compañeras hay. Es decir que debe ser el 10%, 15%. In Motion Magazine: ¿Porqué no hay más? Jorge Bermúdez: Eran mucho menos, fueron incorporándose de a poquito. Las compañeras que han ingresado algunas están en el sindicato, están en la administración, están en venta, están en la cocina, están en la producción. A pesar de todo, digo, no somos “el hombre nuevo”. Seguimos con el machismo. Hemos tratado de mejorar la situación de las compañeras aquí en Zanón y creo que a nosotros nos ha venido muy bien tener compañeras trabajando al lado. Y en general las compañeras trabajando en las líneas de producción son mucho más eficientes que los hombres. Son mucho más meticulosas en el trabajo -- así es que es buenísimo. In Motion Magazine: ¿Puedes hablar un poco de los meses cuando estaban afuera de la fábrica. La ocupación? ¿Cómo estaba la vida para ti y las otras personas? Jorge Bermúdez: En realidad fue un momento muy difícil para nosotros, porque te digo veníamos de un sector de trabajadores privilegiados de Neuquén. Sobre todo los más viejos muy privilegiados. Los más nuevos, no, porque ya había precarización laboral. Ya a partir de los ’89, ’90, se fue precarizando el trabajo en la Argentina. También acá en Zanón ¿viste? Ya el trabajador no entra en forma permanente sino que era contratado. De cualquier manera, teníamos un trabajo seguro. Trabajar en Zanón era un privilegio. Y encontrarte en la calle de un día para el otro es un golpe duro; te encuentras con que no tienes ni para comer. Hubo crisis muy importante en las familias. Algunas familias apoyaron activamente a los trabajadores, las esposas de los compañeros constituyeron una organización que era la comisión de mujeres de Zanón. Apoyaron con mucho énfasis y al compañero le hizo muy bien tener el apoyo de la familia. Hubo crisis muy profundas en las familias, porque de ser el proveedor normal, como era en la Argentina, y no proveer nada más que la comida y el kilo de yerba o los 10 o 20 pesos que podíamos llevarnos del fondo de huelga, que hacíamos pidiendo en la ruta. Fueron meses muy duros para los compañeros. Muy duros, Muy duros. Y después vino un proceso de empezar a trabajar y a cobrar lo que se podía repartir, hasta tener un sueldo más o menos digno. Fue a partir del 2004, la producción alcanzó para tener un sueldo digno Después del 2004, empezamos a trabajar legalmente con la cooperativa y se anduvo muy bien, económicamente. Invertíamos mucho dinero en mantenimiento de las fábricas. Pero en la crisis el 2008, producto de la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos y Europa, las fábricas de cerámicas de Argentina que exportaban, restringieron todo al mercado interno. Eso hizo que durante un año y pico, nosotros no pudiéramos aumentar la lista de precios porque fue una competencia feroz aquí en Argentina, por el mercado, por colocar el producto. Y en algunas fábricas el estado les pagaba un subsidio, y en otros echaron personal. Pero nosotros éramos todos compañeros así es que no podíamos achicarnos. A pesar de que achicamos la producción, no pudimos achicar los gastos. Y eso nos generó toda una crisis financiera que es la que seguimos teniendo. Es decir, necesitamos un capital de trabajo para reconvertir rápidamente, porque es una fábrica con maquinaria obsoleta. Tenemos que comprar maquinas con tecnología de punta para competir con otras cerámicas. Y eso es lo que no estamos pudiendo hacer. Hemos solicitado un crédito para comprar repuestos y poner la planta en condiciones para aumentar la produccion, para bajar el costo, y poder ganar y subsistir mejor. De cualquier maneras estamos también solicitando en un crédito con Nación (Banco de la Nación Argentina) por una reconversión tecnológica, comprar dos prensas nuevas, una línea nueva, decoradoras nuevas, que te permite producir con dos prensas lo que nosotros producimos con 6 prensas. Entonces, el costo laboral y el costo del producto baja y se hace rentable. Este tramite duró dos anos y la respuesta fue negativa. Ahora, se hace muy difícil. Y lo estamos haciendo (Zanón) rentable en función de no aumentarlo, de auto-explotarnos, para lo cual nos tomamos la fábrica. No tomamos la fábrica para auto-explotarnos y cómo te decía en la anterior, ¿viste? Se forman cooperativas para auto-explotarse no es la idea esa, pero bueno, es lo que nos está pasando. Acá en la fábrica funcione una escuela secundaria In Motion Magazine: ¿Hay otra cosa que quieres decir? Jorge Bermúdez: Sí, yo creo que hay un montón de cosas que podemos decir, pero me parece hay algunas cosas importantes. Me parece que es importante la lucha que tenemos permanente y acompañamos es por la salud pública y por la educación pública. La salud pública gratuita, igualitaria y de calidad; igual que la educación, por una educación libre, laica y gratuita y de calidad. Por lo general, los gobiernos están tratando. Pero aunque digan que pongan mucho dinero para la educación, no se ve reflejado en calidad educativa de los chicos. Hay el de 60% de los chicos no terminan el secundario. Y no terminar el secundario significa una menor capacidad laboral, entonces tienes mano de obra barata. La universidad pública de Argentina creo que no está hecha para los trabajadores es otro reclamo que siempre hacemos. Creo que la universidad está organizada para que los profesores enseñen en el momento que ellos necesitan, cuando ellos pueden enseñar, y no en el momento en que el alumno puede ir. En cambio, en la universidad privada, como es un comercio y es un negocio, el cliente siempre tiene razón. Entonces, adecúan el horario al alumno. Entonces, aquel que trabaja, termina pagando. Eso es un reclamo que hacemos siempre permanentemente y estamos luchando con los compañeros profesores de la universidad. Hemos logrado después de muchos tramites en el Consejo de Educación Provincial que se creara una escuela secundaria que funciona en la fabrica. Es una cosa que nos permita que los compañeros terminen el secundario porque nos es indispensable formar compañeros para cumplir las distintas funciones que hay que cumplir dentro de la organización, de la cerámica. Viste que tenemos cargos rotativos en administración, en venta y eso, hay que formar compañeros. Las clases funcionan desde las seis de la tarde hasta las diez de la noche. Pueden asistir a ella no solos los trabajadores de cerámica sino todo aquí joven que lo deseen. Es un trabajo articulado entre la cerámica, el sindicato docente ATEN (Asociación de Trabajadores de la Educación del Neuquén), y la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad del Comahue. Publicado en In Motion Magazine 23 de octubre, 2015 Vea otras entrevistas en esta serie Cono Sur:
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