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La Transición: Continuidad o Ruptura

Javier Berdegue Elorriaga
San Cristobal de las Casas
Chiapas, Mexico

El Régimen Político Mexicano ha entrado en un largo proceso de descomposición, al realizarse una transformación de los elementos que ledieron origen, al trasladar el poder económico y político a una pequeña oligarquía narco-financiera que literalmente ha quitado toda referencia a la definición clásica de República (cosa pública) para convertirlo en algoprivado (cosa nostra).

El viejo régimen político funcionó desde los años 20s y logró elementos de legitimidad innegables, más allá de que estaba construidosobre bases profundamente antidemocráticas. Su legitimidad estaba sustentada en que era producto, no de la derrota del sector más radical de las corrientes revolucionarias, sino de un necesario e indispensable pacto social, que de alguna manera reflejaba y retomaba demandas claras de ese sector derrotado militarmente.

Independientemente de muchos otros aspectos podemos resumir en seis los elementos fundacionales de ese viejo régimen político: el carácter mayoritariamente ejidal de la tierra, elemento consagrado en el artículo 27 de la constitución; la posesión del Petróleo, consagrado también en el mismo artículo; el carácter gratuito de la educación pública y la rectoría del Estado en ese terreno, con sagrado en el artículo tercero constitucional; la existencia de un régimen de seguridad social que aseguraría la reproducción de la fuerza de trabajo con criterios públicos, garantizado en el artículo 123; la existencia de un sector estatal de la economía que pretendía garantizar que una serie de sectores productivos o sociales claves no estuvieran guiados por la lógica de la ganancia individual; y una política internacional que sirvió como contrapeso a la terrible presencia de nuestro vecino norteño, que desde siempre ha tenido injerencia en la economía de nuestra nación.

Esos 6 elementos han venido siendo bombardeados desde el gobiernode Miguel de la Madrid para acá, tocándole al inefable Salinas de Gortari, el "honor" de haber promovido un salto cualitativo en ese sentido. Las modificaciones al artículo 27 significaron no solamente una agresión contra la propiedad ejidal (el 52 por ciento de todo el territorio nacional era ejidal al momento de las reformas) y comunal sino el inicio de la privatización de Petróleos de México (Pemex); al modificarse el precepto constitucional de que "todo el suelo y el subsuelo pertenecen a la nación".

Al mismo tiempo, todo el proceso de partición de esta empresa estápermitiendo en la práctica su privatización, para no hablar de lapetroquímica. Las modificaciones al artículo tercero y de alguna manera lasmodificaciones del 130, han favorecido, por un lado el aumento de laprivatización de la enseñanza y, por el otro, el deterioro y reducción de la instrucción pública.

El ataque a la seguridad social busca igualar hacia abajo las condiciones de trabajo de los obreros mexicanos en relación a sus compañeros norteamericanos y canadienses, al privatizarse (quitar los elementos sociales de la seguridad para pasar a seguros individuales) y al modificarse el sistema de cotizaciones, lo mismo que su destino, el gobierno abre un negocio más para el enriquecimiento de la iniciativa privada.

La venta de las paraestatales ha quitado cualquier elemento regulador al Estado en el terreno de los factores de la producción, para dejarlo como un simple y parcial regulador entre los hombres de negocios, favoreciendo, claramente a los más ricos. Y por último, la política internacional ha dejado de ser un valladar, frente al coloso del norte,para pasar a ser un fiel seguidor, entre otros, de lo que se dicta desde el pentágono; el ejemplo reciente de lo que pasó con la expulsión de los vasco así lo muestran. Cada vez más la política internacional mexicana forma parte de un proyecto de globalización policiaca que pasa por encima de los Estados-nación y que ubica los elementos que son necesarios extirpar, paraque avance sin contra tiempos la globalización económica.

Un cambio de esanaturaleza no se podía llevar a cabo sin provocar una gran crisis, o para ser más precisos: varias crisis simultáneas.

Un Modelo Economico Excluyente

Los problemas en el dominio económico no se tratan de un problema financiero o de liquidez, sino de un modelo de acumulación. Sin embargo el gobierno lo ha querido presentar como exitoso en el extranjero, en cambioen México, el otro gran eje que permitió la derrota electoral del PRI el 6 de julio de este año fue precisamente el repudio a la política económica que se ha venido implantando desde hace ya cerca de dos décadas. Tratemosde ubicar algunos problemas centrales.

Mientras que de 1971 a 1981 el crecimiento del Producto Interno Bruto fuede 6.9 por ciento de 1982 a 1996 fue de 1.1 y si relacionamos este dado con el de la población, el crecimiento real per capita del PIB fue de 1971 a1981 de 3.6 por ciento mientras que de 1982 a 1996 fue de -0.8 por ciento. Los asesores económicos del gobierno buscan justificar lo anterior señalando que para lograr esas tasas de crecimiento los gobiernos populistas (de su mismo partido, por cierto) contrataron una deuda externa exorbitante.

Si bien es real que esos gobiernos son indefendibles hay que señalar que el monto de la deuda externa no solamente no ha descendido, apesar de las reestructuraciones que los bancos de los países más poderosas han aceptado, sino que ha crecido a un ritmo nada despreciable, de hecho en los últimos dos sexenios y medio se ha duplicado, hasta llegar a más de 151 mil millones de dólares, lo cual significa un pago anual de 13 493 millones de dólares, solamente por el concepto de pago de intereses, lo cual paraque se den una idea representa 1.2 veces el valor de las exportaciones por concepto de petróleo mexicano. Y para evidenciar el carácter demagógico deesos discursos sobre la necesidad de no endeudarse al extremo, para el año que viene México contratará créditos por 5 mil millones de dólares para prevenirse de situaciones como las que se desataron a partir del efecto Dragón.

La deuda externa sigue siendo entonces el gran disciplinador de los planes económicos del gobierno. Las diversas políticas de ajuste estructural quese llevaron a cabo en la década de los 80 fue precedida por la crisis de la deuda externa. Esas políticas de ajuste estructural han traído como consecuencia los siguientes fenómenos: el descenso del ingreso real de la población que se manifiesta en la caída del peso de los salarios en el PIB, al pasar del 37.5 por ciento en 1981 al 24 por ciento en 1996. La desvalorización de la mano de obra ha llegado atal punto que el trabajador mexicano, después de la primera semana de la crisis bursátil que vino de Hong Kong gana 3.10 dólares por hora, 9 veces menos que lo que gana el trabajador de Alemania, 5 veces menos que lo que gana el trabajador en Estados Unidos y dos veces menos que lo que recibe el trabajador en Taiwan y Singapur.

El aumento de la transferencia de recursos al exterior, no solamente con elpago de los intereses de la deuda externa, como ya hemos señalado, sino conel pago de regalías, y el pago de intereses a los inversionistas delexterior en la bolsa de valores. Esos capitales especulativos que andan ala caza de mejores tasas de interés han hecho estragos sobre la economía mexicana.

Un proceso de desindustralización, que ha permitido que una buena parte de la pequeña y mediana industria quiebre de manera estrepitosa, como consecuencia de la apertura indiscriminada del mercado nacional, ese proceso de desindutralización también ha estado relacionado con la privatización de las industrias estratégicas. Todo esto ha generado unincremento del desempleo y subempleo y el desarrollo de la economía informal. Una reducción sustancial del mercado interno ubicando la rentabilidad de las empresas o de la producción agrícola en función de los mercados internacionales, como demostración el porcentaje del comercio en el PIB cayó de 28.4 por ciento en 1981 a 19.3 en 1996.

En contraste la gran promesa del "ajuste estructural" nunca se ha cumplido:la productividad del trabajo sigue siendo de las más bajas del mundo, México ocupa el lugar 45. Aquí se ubica la nuez del problema; desde siempre el gobierno mexicano privilegió control y estabilidad social a los aumentos de la productividad, es decir, control burocrático corporativo sobre los trabajadores lo cual implicó una estructura sindical jerárquica y paquidérmica, a una reorganización sindical que permitiera un incremento en la productividad. Con la llegada de los tecnócratas al poder se busca enfrentar el problema pero rápidamente dan marcha atrás asustados. La disyuntiva ha sido cruda: la reestructuración productiva impulsada desde el poder trajo como consecuencia natural un debilitamiento de la estructura sindical burocrática vinculada al PRI, nadie mejor que ellos comprendían que era necesario hacer a un lado a esta sector si quería aumentar las tasas de productividad, pero tienen pánico de hacerlo porque piensan que eso permitiría una reorganización democrática de los trabajadores y el fin de toda una época de control casi total sobre la clase obrera mexicana.

Como casi siempre un fenómeno económico está determinado por la opción política que se escoja. Para relativizar el problema de la productividad lo que ofrece el capitalismo mexicano a los inversionistas extranjeros son los salarios bajos, sin embargo existen países como los del sudeste asiático o China, o en el caso de América Latina Chile o Brasil que tienen niveles salariales similares a los de México pero con niveles de productividad más altos. Este problema de la productividad es sin duda el eslabón más débil del proyecto económico del neoliberalismo en México. Mientras eso no se resuelva las inversiones del capital internacional seguirán dirigiéndose hacia la especulación y no hacia la producción.

¿Que Todo Cambie Para Que Todo Siga Igual?

El concepto de transición se ha asociado permanentemente a la ideade que para salir de un régimen dictatorial es necesario un acuerdo pactado que asegure elementos de continuidad del ancien régime, en especial lo que en términos claros se conoce como el aparato de Estado y al mismo tiempo creando un marco legal y constitucional que permita la existencia de una especie de "democracia vigilada" o "tutelada", es decir controlada y limitada a los marcos de ciertas características de la democracia representativa.

Para lograrse lo anterior, sobre todo en el caso de los países que venían de dictaduras militares, se utilizó no solamente el discurso político sino el terror ideológico que significaba quedarse bajo la dictadura o peor aún, retroceder más. En todas las "transiciones" se ha utilizado el miedo como elemento fundamental para controlar la movilización social y fijar un techo bajo en la construcción de las nuevas instituciones, como dice correctamente Javier Ortíz, al analizar la"transición" en el Estado Español: "los que tienen miedo, no aspiran a lo más justo, se conforman con lo menos arriesgado". Para mí eso es como se podría resumir los procesos de transiciones democráticas en el mundo.

Para que se pueda hablar, no solamente desde la oposición y desde la sociedad, sino también desde el poder de una "transición a la democracia" es necesario entender que se vive bajo una crisis de régimen político. En el caso de México, esa crisis se expresa a varios niveles:como diría Rhina Roux: "Se trata y ese es su rasgo distintivo de una crisis global abarcadora de las tres dimensiones constitutivas del Estado: 1) una crisis de la forma de estructuración de la comunidad estatal; 2) una crisisde la relación mando-obediencia entre gobernantes y gobernados; 3) una crisis de funcionamiento y reproducción de la élite gobernante: no se tratade una crisis de gobierno ni de una crisis del grupo gobernante . La actuales una crisis de la forma de Estado".

Nosotros agregaríamos a éstadefinición lo siguiente: Se trata de una crisis de un régimen que hace ya algún tiempo no consigue ser un canal seguro y coherente de conducción del capitalismo mexicano. Es verdad que el capital financiero norteamericano le dio un apoyo inusitado a principios de 1995, pero esto sucedió más a partir del temor de los norteamericanos sobre las consecuencias sociales que esa crisis económica traería aparejada que por una convicción de que este régimen tiene la capacidad para asegurar la continuidad del sistema económico, político y social capitalista.

Aparejado con el préstamo millonario de 1995 se pusieron de moda una serie de conceptos sacados de la Trilateral que en el resto de América Latina se habían aplicado con relativo éxito para los grupos dominantes.

Todo grupo en el poder que deja de ser funcional para la lógica del capital (por lo menos en teoría) puede ser sacrificado. La base profunda de toda "transición" como se ha entendido y logrado, hasta ahora, parte de los siguientes presupuestos: existen una serie de elementos en la sociedad que anuncian que si no se lleva a cabo un cambio en el equipo gobernante puede estallar una crisis social que posibilite los elementos de ruptura, es decir revolucionarios; las divisiones dentro de los grupos en el poder impiden solucionar los conflictos internamente; las bases políticas y sociales en las que se sustentaba el anciene régime han sido trastrocadas,ya sea por la lógica del modelo económico ya sea por necesidades políticas intrínsecas; etc.

Entonces lo que se busca en un pasaje de un grupo dominante a otro, acordado consensadamente entre los diversos sujetos de la "sociedad política" (tomando en un sentido ampliado el término de Garmsci, es decir incluidos los partidos políticos legales), logrando que ese pasaje se de respetando la mayoría de las instituciones políticas del anciene régime. Para esto es necesario que dentro del anterior régimen exista un persona visionaria que acepte de entrada las contradicciones que esto va traer consigo en una parte fundamental de la vieja élite política y que encuentre en la oposición al o los personajes capacitados para limitar hasta un grado razonable (para la lógica fundamental de dominación, es decir la del capital) las demandas de cambio de la sociedad. Toda transición (insisto como las hemos visto hasta ahora) requiere de un visionario y de uno o varios contenedores o bomberos y desde luego quienes son los que están dispuestos a ser sacrificados.

En México la transición pactada (continuismo) enfrenta varios problemas: la ausencia de un control efectivo del presidente sobre los grupos de poder y la carencia de uno propio, la desconfianza que le genera al poder la base cardenista a pesar de las constantes demostraciones de disposición a llegar a un acuerdo queha formulado la dirección del PRD, las divisiones internas y la pérdida de consenso que la propuesta reaccionaria del PAN ha generado en la población.

A pesar de que todos en su fuero interno quieren y acarician la idea de la transición pactada, nadie está dispuesto a sacrificarse para lograrla. Toda transición pactada implica el paso al ostracismo, no sólo de algunos miembros del aparato de Estado sino también de personajes de la oposición, lo mismo que necesarias modificaciones en sus Principios y Programa. Por eso en toda transición pactada se tienen que sacrificar los extremos y todos quieren ocupar el centro.

En México de repente, desde el poder y en sus márgenes la clase política mexicana descubrió el pacto de la Moncloa, o el del Palacio de la Zarzuela,o el del Club Naval en Montevideo o el de Santiago de Chile.

Así, se nos anuncia otra vez que los partidos y el gobierno recomenzarán a discutir una "reforma del Estado". Con este titulo la clase política mexicana, representada por sus jefes, manifestaban con actos loque piensan que es el Estado. En última instancia no existe ninguna diferencia entre los dirigentes de los partidos políticos que existen en México y quizá en el mundo, entre si, de que es y para que sirve el Estado. Como dice Enzensberger: "Ninguna idea le resulta más querida a la clase política que la estabilidad. Un horror secreto sacude a los políticos profesionales de todos los países al pensar que la frase "somos el Pueblo" pudiera tomarse en serio.

¿Dónde acabaría todo si el pueblo se tomara literalmente el tan proclamado derecho a la autodeterminación?" En el caso de los dirigentes de los partidos mexicanos, en las discusiones sobre la reforma redujeron al Estado a una maquinaria de la sociedad política que existe por arriba y muchas veces de espalda a la sociedad civil. De repente una reforma que en el mejor de los escenarios buscará simplemente una refuncionalización del sistema se convierte por arte de magia en una "reforma del Estado".

Toda transición pactada se hace a espaldas de la sociedad. Así ha sido en todos los países. Siempre se ha establecido un pacto entre los dirigentes políticos que interpretan que es lo mejor y lo menos traumático para la sociedad. La conclusión de la discusión sobre la simple y vulgar reforma electoral (que no reforma del Estado) significa una demostración suplementaria que desde el poder no existe ninguna convicción de una salida pactada. La única convicción es que es necesario ganar tiempo, buscando entretener a algunos sectores de la oposición con un discurso de conciliación nacional que evite la inestabilidad, mientras se aplica un plan económico que se fija un horizonte básico de 25 años de sobreexplotación y desregulación de todas las instancias de actuación comunitaria.

Permítanme por lo tanto no suspirar por una transición pactada. Yo no estoypor una transición a la democracia pactada a espaldas del pueblo que haga realidad la visión profética de Lampeduza "Que todo cambie, para que todo siga igual". Yo estoy por una transición a la democracia producto de la ruptura con el actual sistema de dominación. Desde luego estoy convencido que ésta se dará como culminación de un proceso de acumulación progresiva de luchas y de un programa de reformas estructurales que permitan una transformación organizativa de los sectores sociales explotados y oprimidos.

La Transición a la democracia, entendida como un proceso ya comenzó. Comenzó con la forma en que el EZLN y el movimiento indígena independiente y autorganizado le han planteado a la sociedad civil nacional que es indispensable una modificación constitucional que en la práctica significaría, esta sí, una reforma del Estado Nacional, al reconocer, loque ninguna Constitución había reconocido, el carácter específico de cerca de 10 millones de mexicanos que quieren participar en la conformación del nuevo Estado con una identidad propia y con una autonomía real. O, cuando el EZLN convocó al Foro sobre la Reforma del Estado y una serie de dirigentes sociales, intelectuales, dirigentes de los partidos políticos,etc. formularon una propuesta de Reforma del Estado, que no se circunscribía a las cuestiones electorales sino que ubicaba el problema en función de acabar con el sistema de partido de Estado y reconstruir el tejido social a partir de una redefinición de los sujetos sociales y de la sociedad civil como tal y su relación con el Estado.

La transición entonces será posible si no nos desbocamos en la ansiedad de pactar por la ansiedad de estar en el poder aunque sea en sus márgenes y si, al mismo tiempo le damos a la sociedad la preminencia en la redefinición de la Nación. La Reforma del Estado o sea una verdadera transición a la democracia es un asunto demasiado importante para únicamente dejarla en manos de los políticos profesionales. Transición que implique continuidad con lo viejo, o ruptura que se arriesgue a construir algo nuevo.La crisis mexicana ha llegado más allá de una serie de límites que son permisibles. Al sobrepasar esos límites se ha comenzado a poner en riesgo la reproducción del cuerpo social, la reproducción de las relaciones políticas y también la cohesión del cuerpo nacional.

El único elemento civilizatorio que enfrenta este caos arrasador, llamado neoliberalismo, ha sido la insurrección y su posterior evolución, de los indígenas de las cañadas y la selva de Chiapas. No porque sea elúnico movimiento que se enfrenta a tal o cual política del régimen sino por ser el único que desde el mismo día de la toma de las cabecera municipales llamó a formar un gran movimiento nacional-revolucionario que pusiera un alto a la política de la dictadura del dinero.

Javier Berdegue Elorriaga fue arrestado en Febrero de 1995 y acusado de violaciones de atentar contra el estado y de ser comandante Zapatista. En la cárcel Javier escribió su libro "Ecos de Cerro Hueco" el cual expone las torturas e violaciones de derechos humanos cometidos por un sistema jurídico que hace la impunidad su rutina diaria. 16 meses después, Javier fue liberado por la presión internacional. Ahora Javier milita como parte de el Comité de Enlace Nacional del Frente Zapatista de Liberación Nacional.

Published in In Motion Magazine December 16, 1997