En los continentes del Sur millones de campesinos y productores se organizan en un nuevo sentido de producir alimentos. Es el avance y la consolidación de la agricultura sustentable. Dicho accionar viene dado por la crisis estructural de la agricultura convencional dependiente del uso racional e irracional de los agrotóxicos. Lo que atenta directa e indirectamente con la mejor disposición en la autodeterminación de la soberanía agroalimentaria de un sector, localidad, región y país.

La crisis estructural en mención se sustenta: por el uso extractivo y la contaminación de los recursos naturales; atenta contra las más elementales leyes de la naturaleza y es insostenible energéticamente por cuanto; en el uso de algunos de sus medios de producción es subsidiada y dependiente para su funcionamiento del fósil petróleo.

Contrario a esta improductiva actividad causante de otro tipo de contaminación como lo son los organismos genéticamente modificados; surge la agricultura sustentable definida como la agricultura ecológicamente sana; económicamente rentable y social y humanamente justa. Dicha agricultura refrendada en nuestro texto constitucional de la Republica Bolivariana de Venezuela en la integración de los articulados nros. 304,305, 306 y 307 basa sus postulados de acción en la ciencia agroecológica, la cual estudia las perspectivas socio económicas-técnicas con el diseño, manejo y evolución de los sistemas productivos en su base social y cultural existente.

La ciencia agroecológica es de carácter multifuncional en su aplicación. Sus principios y fundamentos, basados en la sinergia, agrobiodiversidad, ciclaje de nutrientes, preservación y equilibrio energético; le proporcionan eficientes respuestas a cualquier proceso productivo independientemente de la escala y dimensión del agroecosistema. Por ello, investigadores de avanzada en el área de las ciencias agrícolas cualifican y presagian a la agroecología como la nueva ciencia paradigmática del acontecer agroalimentario del futuro.

El proceso revolucionario venezolano que progresivamente imprime transformaciones en los modos y medios de producción ha entendido en su dirigencia, que además de ser un mandato constitucional; el ejercicio de la agroecología, esta proveyendo de eficientes resultados y logros en distintos procesos productivos poniendo en evidencia importantes connotaciones:

• La primera, todo desarrollo de la producción primaria de alimentos tiene que ser agroecológico y dependerá de la voluntad política que se le imprima en la articulación de las políticas pública entre otros entes.
• Lo segundo es que el accionar de los procesos productivos en esta nueva ciencia implican una participación activa de los campesinos y productores determinando y logrando distintos fines que nuestro texto constitucional consagra. Por ejemplo El articulo 3 del texto Constitucional de la Republica Bolivariana de Venezuela establece como fines esenciales del Estado “ la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes consagrados en esta constitución” y determina que “ la educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines”.

Allí se centra la importancia de la incorporación de los más amplios sectores de trabajadores del campo; productores medios; profesionales varios y estudiantes e instituciones a las nuevas actividades transformadoras y liberadoras por ejercer el derecho establecido en nuestra constitución como lo es avanzar en la consolidación de nuestra agricultura sustentable en las diversas socio-bioregiones de nuestro entorno tropical.

La agroecología en su esencia libertaria científica y tecnológica, nos conduce a ensamblar nuevos tipos de políticas para la agricultura y los diversos sectores agroalimentarios. Afirmamos tal aseveración, por cuanto la construcción de dichas políticas, parten desde las bases campesinas y productores entre un conjunto acciones sociales y productivas emprendidas en un delimitado lugar, espacio e interés comunitario construidas colectivamente. Allí radica el sentir y accionar de las nuevas políticas públicas para el sector agrícola. Es aquí donde se encuentra, el verdadero protagonismo por legitimar la nueva agricultura que necesitamos para nuestro país, creadas y forjadas desde abajo, en y con las bases productivas y su accionar revolucionario.

En todo el despliegue que se funda en la nueva agricultura constitucional aunado a los sustanciosos avances de las misiones sociales en la Venezuela revolucionaria, donde es posible fusionar en un solo proceso el de educación y el proceso del trabajo. Desde tal práctica brota una nueva ética como un fin esencial del nuevo estado revolucionario. La ética socialista que nos demanda nuestro Sr. Presidente en sus siete lineamientos estratégicos.

Entendemos que toda ética socialista ha de ser sustentable. Implica hacer uso racional de los recursos naturales renovables y no renovables para garantizárselos a nuestras nuevas generaciones que vienen en camino y que esta y las otras, puedan nutrirse con alimentos de alto aprovechamiento biológico para su crecimiento, desarrollo y mantenimiento físico. Dicho de otra manera, constitucionalmente se exige y se demanda un pueblo lleno de salud, sin esta no puede avanzar el proceso revolucionario y este, no puede hacer cumplir sus objetivos sociales con respecto a las políticas de salud que en alguna medida se inician con nuestra alimentación.

Entonces nos luce imperativo el crear, avanzar y consolidar un Sistema de Salud Agrícola Integral que la nueva institucionalidad del SASA nos propone. En el entendido de que la salud no es, ni esta referida sólo a la condición humana, también las relaciones con la preservación de los suelos, los cursos de aguas, nuestra agrobiodiversidad, nuestras razas y materiales genéticos también exigen la gestión de una salud ambiental acorde a los distintos postulados constitucionales especificados en los articulados nros. 127, 128 que orientan las nuevas acciones productivas y de su carácter transversal, donde la ciencia agroecología continuará creando y consolidando nuevos nexos de interdependencia con otras disciplinas y en las diferentes realidades socio-productivas para avanzar definitivamente en el cambo paradigmatico que se construye la sociedad venezolana.

Published in In Motion Magazine January 28, 2007

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